Grecia: Este pueblo se dedicó principalmente a la agricultura,era un trabajo muy duro.Muchas veces, estos esfuerzos eran en vano, porque la sequía o las fuertes lluvias arruinaban las cosechas. Los griegos sembraban principalmente la cebada, que podía soportar las sequías y maduraba rápidamente. Las laderas de las colinas eran sembradas con matas de uva, olivo, y algunas legumbres, así como cebollas. La ganadería era otra de sus ocupaciones. Los animales eran las ovejas y las cabras, ya que estas podían vivir de la pobre vegetación; también criaban cerdos, a los que alimentaban con bellotas.Producían casi todo lo que necesitaban. Usaban toscos vestidos y dormían en ásperas esteras hechas con la lana de sus ovejas y cabras.Fabricaron vajillas de arcilla y ligeros zapatos de cuero llamados sandalias. También elaboraron armas de hierro y bronce así como adornos de oro y plata.se dedicaban a la navegación y sabían fabricar grandes embarcaciones de madera. Las condiciones en Grecia eran favorables para la navegación.
Roma: Si se trabajaba, la meta era siempre reunir un patrimonio para conquistar el ocio, y en ello se asemejaban a los griegos. Muchos filósofos de la época, entre ellos Aristóteles, consideraban que el trabajo asalariado impedía al hombre conquistar la virtud, y por lo tanto tal hombre debía someterse al gobierno de los notables, todos virtuosos y únicos con la capacidad y el derecho a gobernar. Tanto en Roma como en Grecia, el trabajo fue desde siempre considerado por parte de las altas esferas como indigno de los hombres libres. El comercio también era despreciado, salvo por Platón que veía en él una necesidad, pero a parte de él, la mayoría consideraba que el comercio debía ser nada más que un medio para ser dueño de las tierras; un comerciante, por más rico que fuese, no era nunca respetado debidamente si no era poseedor de tierras.
2.¿Qué eran las collegia?
Collegium (collegia en plural, palabra latina que da "colegio" en idioma castellano y que etimológicamente significa "juntos por ley") era el nombre de una institución romana con un importante papel en el derecho humano; tenía el carácter de una asociación privada y estaba regido por su propio estatuto (la lex collegii) donde se establecían sus órganos y finalidad, los criterios de admisión de los asociados y otros asuntos propios.
3.¿Cuál era la jornada del ciudadano griego?
El griego antiguo era madrugador: se levantaba normalmente al rayar el alba y hacía unos ligeros ejercicios gimnásticos. Después de lavarse con agua del pozo de la casa, el ateniense tomaba un desayuno, que solía consistir en algunos trozos de pan de cebada o de harina humedecidos en un poco de vino puro. También podía hacer una comida más abundante añadiendo unas aceitunas o higos.
Por lo general, cualquier clase de
reunión, las de la Asamblea, de los tribunales, las fiestas religiosas y la
jornada de trabajo empezaban cuando salía el sol.
La vida cotidiana del ciudadano
ateniense está dominada por la atención que requieren los asuntos del Estado, al
menos en principio, pues es evidente que los campesinos del Ática no podían
dejar continuamente a sus mujeres y el trabajo del campo, pues hay que tener en
cuenta que las sesiones de la Asamblea en ocasiones duraban todo el día, y se
celebraban al menos cuatro veces al mes. El ateniense de la ciudad no solamente
participaba en estas frecuentes asambleas, sino que también podía ser nombrado
durante un año magistrado o juez, y en ese caso los asuntos públicos acaparaban
la mayor parte de su tiempo.
Hacia la mitad del día, o a lo largo
de la tarde, los griegos tomaban una comida bastante frugal o rápida. Después de
comer, los atenienses acudían a una de las muchas barberías, que eran, al mismo
tiempo, los mentideros de la ciudad: allí se recibían y comentaban noticias de
todas clases llegadas a la ciudad. Algunos de ellos también merendaban al
atardecer, pero la comida más copiosa es, con diferencia, la que se tomaba al
final del día, o incluso después del anochecer, la cena. 4.¿Cuál era la jornada del ciudadano romano?
La jornada del hombre romano varía con su condición social y situación económica. Aquí nos referiremos al hombre libre, ciudadano romano, sobre el que existe bastante información.
La jornada se dividía en doce horas diurnas y doce nocturnas. La duración de las horas dependía de la estación del año.
- HORA PRIMA Y SECUNDA: El romano se levantaba con la salida del sol. Sel lavaba los brazos y las piernas y se vestía. Tomaba un desayuno, que podía consistir en queso, leche, pan con aceita y sal, miel, higos, huevos, uvas… Después se iba a trabajar.
- HORA TERTIA Y QUARTA: El ciudadano rico recibía en su casa a los clientes, personas de clase media arruinadas por la guerras, deudas, etc., que dependían económicamente del dominus (señor). Los clientes solían recibir alimentos o dinero a cambio de fidelidad a su señor.
- HORA QUINTA Y SEXTA: El romano se dirigía a un thermopolium o taberna de comida y bebida caliente a tomar un tentempié, que consistía en pan, carne fría, pescados, verduras, huevos y frutas. Después muchos romanos seguían trabajando.
- HORA SEPTIMA: Comienza el tiempo de ocio para los ricos y los desocupados. Podían tomar un baño, acudir a ver un espectáculo plúblico (una obra de teatro, una carreras de carros, una luchas de gladiadores, etc.), o, también, podían ocupar su tiempo libre con el juego, el paseo o el ejercicio físico.
- HORA OCTAVA A LA DUODECIMA: Hora de la comida fuerte del día. Las cenas romanas podían ser una sencilla comida en familia o un banquete en el que se alternaban con amigos y parientes. Se servían en una habitación llamada triclinium por tener tres lechos en los que se recontaban los comensales. Normalmente, el banquete terminaba antes de ser noche cerrada, aunque a veces seguían con una fiesta llamada bacanal.
- HORA DUODECIMA: Los romanos se acostaban temprano. Al caer la noche, la oscuridad invadía sus calles, que carecían de iluminación, y era peligroso deambular por ellas.
El simposio o banquete era común a todos los antiguos griegos, a quienes les gustaba mucho la alegría de los banquetes con motivo de las fiestas familiares, fiestas de la ciudad o cualquier otro acontecimiento digno de celebrarse: éxitos diversos, sobre todo en los concursos de los poetas o de los atletas, la llegada o la partida de un amigo. Este rito era compartido por los fenicios y otros pueblos semitas que lo llamaban marzea.
Los banquetes hicieron surgir incluso un género literario, como demuestran.
La palabra simposio, que traducimos por banquete, significa propiamente «reunión de bebedores». Para entenderlo bien hay que saber que cualquier invitación o banquete de cofradía religiosa u otro tipo de asociación tenía dos partes:
- En primer lugar se saciaba el hambre con la comida propiamente dicha.
- En segundo lugar se procedía a la ingestión de bebidas, vino sobre todo, paralelamente a toda clase de distracciones en común y muy diversas, según los lugares y las épocas., como conversaciones, adivinanzas, audiciones musicales, espectáculos de danza, etc.
Por Lucía Feito.
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